La habitación era amplia y muy limpia, con camas cómodas que prometen un buen descanso. La tranquilidad del lugar es perfecta para desconectar después de un día explorando.

El agua de la ducha tardaba una eternidad en calentarse, lo que puede ser molesto cuando intentas ducharte rápido. Además, la entrada al hotel carece de un timbre en la segunda puerta, complicando el acceso en ocasiones. Caminar hasta el metro puede ser algo tedioso, y la ubicación está bastante alejada del centro, lo que me hizo depender del transporte público.

tamaño de habitación excepcional, limpieza extraordinaria, tranquilidad del área residencial

No tuvimos wifi estable durante nuestra estancia!!! Además, la necesidad de caminar 10 minutos hasta el metro puede ser un inconveniente para quienes llevan equipaje pesado. Las ventanas abiertas permiten que el sonido de la calle entre en la habitación!!!

Un viaje de sabores! En este barrio encontré joyas como Pizza Viola, donde la masa crujiente te atrapa. El desayuno fue correcto, con fruta fresca y bollería deliciosa. Todo perfectamente limpio y un ambientes tranquilo que te hace olvidar el bullicio de la ciudad.

Todo estaba genial, pero las almohadas podrían ser un poco más cómodas. Aunque, la cama era buena y por esos pequeños detalles, seguimos disfrutando de la estancia.

Un oasis de tranquilidad en Roma

La habitación era cómoda y el personal fue increíblemente amable. Disfruté especialmente del desayuno variado, perfecto para comenzar el día con energía. La ubicación, aunque un poco alejada del centro, ofrecía la paz que buscábamos.

El acceso al metro requiere un paseo, lo que puede ser incómodo si llevas equipaje pesado. Además, la señal de wifi era algo débil en algunas áreas, lo que podría ser un inconveniente para los que trabajan mientras viajan.

Todo estaba muy limpio y la habitación era amplia, las camas y almohadas muy cómodas. El personal es muy agradable y hay una sala común bien equipada para compartir momentos. Además, la capilla es muy bonita 🤍.

Todo fue perfecto.

una base perfecta para explorar los parques y monumentos cercanos

Me encantó la ubicación del hotel, a solo un paseo de espacios verdes como el Giardino degli Aranci y lugares icónicos como el Circo Máximo, ideales para disfrutar de un agradable día de exploración en roma. mi habitación estaba renovada y el personal fue muy amable, lo que hizo que mi estancia de cinco noches fuera aún más especial.

La atención del personal es excepcional, siempre dispuestos a ayudar y hacerte sentir bienvenido.

El acceso al metro requiere un paseo de unos 10 minutos, lo que puede ser incómodo si llevas equipaje pesado.

El desayuno es preparado por las monjitas, lo cual le da un toquecito especial. La señal de wifi era un poco debil en algunas áreas.

Impecable alojamiento, ideal si buscas un lugar seguro y acogedor para disfrutar de Roma.

La habitación era cómoda y me encantó la tranquilidad del barrio, ideal para descansar después de un día de exploración.

me sentí como si estuviera relajándome en casa, no tengo ninguna queja en absoluto

La habitación era cómoda, aunque la cama un poco incómoda al final de la noche.

Ubicación bien tranquila, habitación limpísima y espaciosa. Personal muy amable que siempre está al tiro para ayudar. El desayuno podría mejorar, pero la cercanía a restaurantes locales lo compensa. Ideal para desconectar y descansar después de un día ajetreado en Roma.

La atención del personal fue excepcional y la limpieza de las instalaciones realmente destacable. Aunque un poco alejado del centro, la tranquilidad es un gran plus para desconectar del bullicio. El desayuno era variado, con opciones dulces y saladas, ideal para empezar el día con energía. Lo único negativo fue la necesidad de utilizar el transporte público para acceder a lugares principales y, aunque la habitación era cómoda, un poco más de espacio no habría sido un problema.

La habitación estaba renovada y todo fue muy cómodo. Está en un barrio tranquilo, a nada del metro y cerca de espacios verdes. Ideal para desconectar del bullicio y disfrutar de un buen descanso.

Aunque, a veces, sentí que los muros eran de papel y podía escuchar hasta las conversaciones de la vecina del frente.